Panorama Deportivo (D’Arcy Maine / ESPN).- Tras cinco horas y 29 emocionantes minutos, Carlos Alcaraz conectó un ganador de derecha paralelo y se desplomó en el suelo con las manos sobre los ojos.
Segundos después, se levantó y rápidamente se acercó a abrazar a Jannik Sinner, con una clara admiración mutua reflejada en su breve abrazo.
Alcaraz se había proclamado campeón de la final del Abierto de Francia del domingo, con una de las remontadas más improbables de la historia del deporte, salvando tres puntos de campeonato en el cuarto set cuando perdía 5-3 para lograr una victoria por 4-6, 6-7 (4), 6-4, 7-6 (3), 7-6 (10-2). Fue la segunda final más larga de un Grand Slam en la era de los Abiertos, la más larga de Roland Garros y la primera del torneo en llegar a un tie-break en el quinto set. Aunque Alcaraz fue finalmente el ganador, ambos dejaron una huella imborrable.
«Llevo 30 años haciendo esto, con la suerte de estar aquí; es uno de los mejores de todos los tiempos, sin duda», dijo un atónito John McEnroe en la transmisión al finalizar el partido.
Durante 20 años, tres grandes —Novak Djokovic, Rafael Nadal y Roger Federer— dominaron el panorama del tenis masculino, con 66 títulos importantes en total. Pero ha habido un cambio en los últimos años. Federer se retiró en 2022 y Nadal hizo lo mismo la temporada pasada. Djokovic, de 38 años, sigue en el circuito y llegó a semifinales en Roland Garros, pero ha insinuado que su carrera se acerca a su inevitable final.
Muchos se preguntaban quién ocuparía el puesto de los Tres Grandes una vez que su reinado terminara, y muchos jugadores hicieron todo lo posible por reivindicarlo. Nadie de la siguiente generación, la nacida en la década de 1990, pudo demostrar de forma consistente su lugar allí. Pero Sinner, de 23 años, y Alcaraz, de 22, se han consolidado rápidamente como los herederos aparentes.
El choque del domingo marcó la primera final de un Grand Slam entre ambos, y la primera derrota con un título de Grand Slam en juego para Sinner, y ahora no hay discusión. Juntos, han ganado los últimos seis títulos de Grand Slam, y la era de los nuevos Big Two ya ha llegado. Esta rivalidad parece destinada a dominar el deporte durante la próxima década, quizás incluso más allá.
«Cada partido que juego contra él es importante, sinceramente», dijo Alcaraz después de la final. «Este es el primer partido de una final de Grand Slam. Ojalá no sea el último. Porque, como he dicho muchas veces, cada vez que nos enfrentamos, elevamos nuestro nivel al máximo».
La rivalidad se ha estado gestando desde el primer partido de Alcaraz como tenista profesional.
No es una exageración. Jugando como invitado en un torneo Challenger en España, Alcaraz, de 15 años, se enfrentó a Sinner, de 17, quien también había recibido una invitación. El partido se extendió a tres sets y casi dos horas, con Alcaraz logrando la victoria por la mínima.
El reducido número de aficionados que asistieron a ese encuentro pudo apreciar el potencial de ambos jugadores, pero pasarían algunos años más antes de que ambos se hicieran un nombre en el ATP Tour.
Cada vez más, cada encuentro entre ambos se convirtió en una cita imprescindible. Sinner, el estratega con golpes de fondo inigualables e inconfundibles, y Alcaraz, el versátil, atlético y showman que deleitaba al público, formaron una combinación electrizante y un espectáculo puro y duro.
Su primer partido en la gira fue una victoria de Alcaraz por 7-6 (1), 7-5 en dieciseisavos de final del Masters de París de 2021. Se volvieron a encontrar ocho meses después en la cuarta ronda de Wimbledon, donde Sinner ganó en cuatro sets. Semanas después, volvieron a luchar, pero por primera vez con un título en juego, en el Abierto de Croacia. Una vez más, el partido se extendió hasta el final, y Sinner finalmente remontó para alzarse con la victoria tras perder el primer set en un tie-break.
Sin embargo, fue su siguiente encuentro el que consolidaría su estatus como una de las próximas grandes rivalidades a seguir. Jugando con Arthur Ashe en los cuartos de final del Abierto de Estados Unidos de 2022, con ambos buscando alcanzar su primera semifinal de un Grand Slam, el momento no pasó desapercibido para ninguno de los dos. Lucharon hasta bien entrada la madrugada, intercambiando una increíble proeza atlética tras otra. Hubo peloteos, dejadas y momentos memorables que parecían interminables. Tras cinco horas y 15 minutos, Alcaraz se alzó con la victoria por 6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5, 6-3 justo antes de las 3:00 a. m. Fue la victoria más tardía en la historia del torneo.
La leyenda había nacido oficialmente.
«Un privilegio narrar un magnífico maratón de 5:15 minutos en el que Carlos Alcaraz y Jannik Sinner superaron sus límites y se superaron mutuamente», publicó Chris Fowler, narrador del partido para ESPN, en redes sociales tras su conclusión. «Un clásico instantáneo. Un evento de tenis transformador. El futuro es ahora».
La ex número 27 del mundo, Laura Robson, añadió en X: «Apúntenme para los próximos 10 años de partidos Sinner vs. Alcaraz. Ha sido una delicia».
La carrera y el perfil de Alcaraz se dispararon tras la victoria, al ganar el US Open y alcanzar el número 1 del ranking mundial por primera vez. El ascenso de Sinner a la cima fue más lento, pero continuó progresando constantemente.
Sinner alcanzó su primera semifinal de Grand Slam al año siguiente en Wimbledon. Alcaraz ganó el título, y su estrellato alcanzó cotas aún mayores. Alcaraz ganó seis títulos en 2023, incluyendo el del All England Club. Sinner obtuvo cuatro trofeos, destacando su primero en el Masters 1000 con el título del Abierto de Canadá. En sus tres enfrentamientos de esa temporada, todos en semifinales, Sinner ganó dos veces.
«Cada vez que jugamos, siento que ambos intentamos superarnos mutuamente», dijo Sinner antes de su último encuentro de la temporada. «Odiamos perder, especialmente entre nosotros. Tenemos una muy buena relación fuera de la pista —somos buenos amigos—, pero en la cancha, por dentro, uno se siente un poco nervioso».
Pero en 2024, el doble dominio del circuito entró oficialmente en vigor. Sinner consiguió su primer título importante en el Abierto de Australia para comenzar el año. Alcaraz ganó Roland Garros, derrotando a Sinner en semifinales, y defendió su título de Wimbledon pocas semanas después. Sinner se apoderó del número uno del ranking en junio y, a pesar de enfrentarse a un aluvión de preguntas sobre dos controles antidopaje fallidos, aseguró su victoria conjunta en el calendario de grandes torneos al alzarse con el título en el US Open.
«Antes, era Rafa, Roger, Novak», declaró el ex número uno del mundo, Daniil Medvedev, tras perder contra Sinner en cuartos de final del US Open. «Ahora, son Carlos y Jannik».
SINNER inauguró el 2025 defendiendo con éxito su título en el Abierto de Australia, y Alexander Zverev, su oponente en la final, lo declaró «el mejor jugador del mundo con diferencia» durante la ceremonia de entrega de trofeos. Incluso con una suspensión de tres meses por sus controles antidopaje fallidos en 2024, nadie se ha acercado a desafiarlo por el primer puesto del ranking mundial.
Y nadie ha ganado más títulos esta temporada que Alcaraz, quien ganó dos de los títulos de nivel 1000 en tierra batida antes del Abierto de Francia, además del título de nivel 500 en Róterdam en febrero.
«Carlos ya es una leyenda de este deporte, aunque sea más joven que yo», declaró Lorenzo Musetti tras perder contra Alcaraz en la final de Montecarlo en abril. «Es un rompedor de récords, y en la cancha a veces se siente, ¿sabes?, su aura».
Alcaraz derrotó a Sinner en el partido por el campeonato del Abierto de Italia por 7-6 (5), 6-1 en el primer torneo de Sinner tras su regreso el mes pasado.
Pero a pesar de su brillantez y éxito colectivos, lo único que les faltaba en su creciente rivalidad era algo que había dictado la de los Tres Grandes: un enfrentamiento en una final de un Grand Slam. Antes del Abierto de Francia, se hablaba de que podría suceder, y durante las dos semanas que siguieron, ambos parecieron estar en camino a un choque con el destino.
El viernes, Alcaraz derrotó a Musetti para avanzar a la final y Sinner contuvo a Djokovic en tres sets. La victoria de Sinner pareció un cambio de guardia oficial: el fin de la era de los Tres Grandes y el comienzo de la nueva era de los Dos Grandes.
Incluso Djokovic, quien insistió en que faltaban años para que compartieran la misma conversación que él, Federer y Nadal, no pudo evitar reconocer la importancia de su primer enfrentamiento por un título de Grand Slam.
«Sin duda, ambos son excelentes para el tenis», declaró Djokovic el viernes. «Creo que su rivalidad es algo que nuestro deporte necesita, sin duda. Por su forma de jugar y su forma de afrontar la vida tenística, creo que van a tener carreras muy exitosas en los próximos años. Estoy seguro de que los veremos levantar grandes trofeos con bastante frecuencia». Amélie Mauresmo, dos veces campeona de Grand Slam y actual directora del Abierto de Francia, no pudo ocultar su entusiasmo por la creciente rivalidad y su impacto en el deporte el domingo, antes de la final.
«Nos preguntamos cómo es posible después de la era de los Tres Grandes o los Cuatro Grandes [incluyendo a Andy Murray], pero sí, podemos imaginar que estos jugadores seguirán ahí por mucho tiempo», declaró Mauresmo a los medios. «Ya tienen un nivel altísimo considerando su edad, y ya cuentan con victorias increíbles para su edad. Necesariamente, podemos imaginar que seguirán ahí por mucho tiempo, con una rivalidad subyacente que realmente impulsará el circuito».
Alcaraz llegó al partido del domingo con el impulso de su lado, un mejor historial en tierra batida y un récord de 7-4 en su historial de enfrentamientos directos. Pero Sinner, que no había perdido ni un solo set de camino a la final, no parecía precisamente un perdedor al comienzo del partido. Sinner ganó el maratoniano primer juego del partido en 12 minutos y tomó el control desde el principio. Ganó los dos primeros sets y parecía estar a punto de conseguir su cuarto título de Grand Slam.
Pero Alcaraz se negó a rendirse. Con una exhibición deslumbrante de lucha y potencia, remontó para forzar el cuarto set. Luego, superó tres puntos de partido en ese set y se abrió paso con uñas y dientes para forzar un tie-break y, posteriormente, un decisivo. Sinner, sin embargo, tampoco se rendiría fácilmente. Alcaraz mantuvo su propia ventaja de 5-3 en el quinto set antes de que Sinner respondiera de la misma manera.
Ambos mostraron pocas señales de agotamiento a pesar del paso de los minutos, moviéndose con fluidez por la pista e intercambiando un punto memorable tras otro. Pero en el tie-break, Alcaraz fue el protagonista. Se puso 7-0 arriba y no miró atrás.
«No se me ocurre una mejor final de Roland Garros», dijo McEnroe, siete veces campeón de Grand Slam, tras el partido. «Después de todo lo que se ha hablado sobre el futuro del tenis, perdimos a Federer y Nadal, y a Djokovic, ¿qué va a pasar con él? Parece que estamos en muy buenas manos con estos dos».
Nadal, quien felicitó a ambos jugadores, lo calificó como un «final increíble» para el torneo y una «gran batalla» en una publicación en X después del partido. La derrota, solo superada por la de Nadal en 2012 ante Djokovic en el Abierto de Australia —una final espectacular que duró cinco horas y 53 minutos—, es la más larga de la historia en una final de Grand Slam. Sinner se mantiene como el número 1 del mundo, con Alcaraz ahora a 2030 puntos de él, y una diferencia aún mayor que los separa del resto.
Alcaraz ahora tiene cinco títulos importantes y Sinner tres. Pero parece claro que les esperan más títulos y finales memorables. Y aunque el mundo habla maravillas de ellos y de su futuro en el deporte, siguen siendo públicamente humildes sobre lo que podría suceder.
Antes de la final, le preguntaron a Sinner si creía que su rivalidad con Alcaraz podría ser la mayor en la historia del deporte. Sinner no estaba del todo convencido.
Todavía no, al menos.
«Oh, lleva tiempo. Lleva tiempo compararnos con los Tres o los Cuatro Grandes, ¿no?», dijo Sinner. Sinceramente, creo que solo el tiempo lo dirá. Sin duda, desde mi punto de vista, es un jugador que me hace mejor jugador. Me lleva al límite. … Este podría ser uno de esos, pero hay jugadores increíbles en ascenso. Puede haber muchísimos jugadores diferentes, y otros se unen o uno se retira. Nunca se sabe.
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