NUEVA YORK. – Con un clima favorable, ausencia de violencia y un espectáculo deslumbrante, la ciudad de Nueva York vivió una noche memorable este 4 de julio, en el marco de la celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos. El evento central, protagonizado por el tradicional espectáculo de fuegos artificiales organizado por Macy’s, brilló sin contratiempos, mientras miles de personas se congregaron en distintos puntos de la ciudad para disfrutar del show.
A diferencia de otros años marcados por la lluvia, el calor extremo o disturbios, la jornada de este año transcurrió con tranquilidad, aunque no sin estrictas medidas de seguridad. La policía de Nueva York (NYPD), en coordinación con agencias federales como el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), implementó un plan preventivo para evitar ataques de posibles “lobos solitarios”, ante el contexto de tensiones internacionales y antecedentes de violencia en celebraciones pasadas.
Según reportes preliminares, no se registraron incidentes mayores durante la noche, lo que marca un balance positivo respecto al año anterior, cuando un conductor ebrio embistió a un grupo de personas en un parque del Bajo Manhattan, causando la muerte de cuatro ciudadanos.
Este 2025, la vigilancia se centró en áreas con alta concentración de público como el East River, el Puente de Brooklyn y distintos miradores a lo largo de Manhattan y Brooklyn. El monitoreo incluyó redes sociales y comunicaciones en tiempo real, como parte de los protocolos de seguridad antiterrorista.
La edición número 49 del espectáculo de fuegos artificiales de Macy’s fue un despliegue impresionante de luz y color que iluminó el cielo neoyorquino por 25 minutos consecutivos, a partir de las 9:25 de la noche.
- Más de 80,000 fuegos artificiales fueron lanzados desde cuatro barcazas flotantes ubicadas a lo largo de una milla del East River, así como desde el emblemático Puente de Brooklyn.
- Solo los dispositivos pirotécnicos del evento se estiman en un costo cercano a los 6 millones de dólares, sin contar la producción musical, televisiva y logística.
A pesar de que los fuegos artificiales para uso privado están prohibidos en la ciudad de Nueva York, especialmente las bengalas y dispositivos similares, en algunos vecindarios se escucharon explosiones menores realizadas por residentes, como ocurre comúnmente en esta fecha. No obstante, no hubo reportes de emergencias mayores, y los equipos del FDNY y la policía realizaron algunos decomisos preventivos.
Miles de personas acudieron desde temprano a los bordes del río para asegurar una buena vista del espectáculo gratuito. Otros prefirieron opciones de pago más exclusivas, como cruceros temáticos o bares con terrazas frente al East River.
La transmisión oficial, a cargo de NBC, presentó un programa especial de dos horas con música en vivo y artistas invitados, consolidando al show de Macy’s como uno de los más grandes e icónicos del país para conmemorar la independencia estadounidense.
Con un cielo despejado, seguridad reforzada y miles de luces coloreando la noche, Nueva York demostró una vez más por qué su celebración del 4 de julio es una de las más esperadas y espectaculares de toda la nación. A solo un año de su edición número 50, el espectáculo sigue creciendo en escala y significado, como un símbolo de unidad y alegría en medio de un contexto global desafiante.